
PAUTAS PARA LA NUEVA ERA TRAS LA 3ª GUERRA MUNDIAL (CONFRONTACIÓN PANDEMICA)
Antes de comenzar esta reflexión, tengo que aclarar, que me considero una persona optimista y que a lo largo de mi vida he huido de las posiciones catastrofistas, procurando en todo momento, generar alternativas ante las situaciones difíciles. Mi primer jefe siempre me decía.- “no me traigas un problema; tráeme tres posibles soluciones” ; lección que aprendí y que he intentado practicar siempre.
Cuando estudiaba en la Academia General Militar de 1974 a 1979, la verdad es que teníamos un montón de asignaturas, a las que no le veímos mucho sentido desde nuestra mentalidad de jóvenes y entusiastas cadetes; una de ellas era “la guerra NBQ” (Nuclear, Bacteriológica y Química). Gracias a Dios, no vivimos la parte Nuclear de Hirosima y Nagasaki, pero desgraciadamente, nos está tocando vivir la parte “Bacteriológica”, aunque en su modalidad de “pandemia provocada por un virus ”.
Pasados mas de 40 años y peinando ya muchas canas, mi primera reflexión es que probablemente lo que ha cambiado radicalmente es el propio concepto de guerra, ya que puede ocurrir que sin disparar un solo cartucho y sin destruir un solo edificio como ocurrió en la última gran guerra; e incluso sin ninguna declaración de guerra oficial y por supuesto ningún armisticio que declare el fín de la misma, estemos viviendo la 3ª Guerra mundial sin darnos cuenta.(si el término nos repele, quizás podamos utilizar el de “confrontación”).
Mi teoría es la siguiente. Si yo fuera China y quisiera hacerme con el poder económico y militar a nivel mundial, ¿qué tal me vendría que se escapara un virus de forma intencionada o fortuita de mis laboratorios o inoculándolo en un animal (para no dar pistas), que infectara a gran parte de la humanidad, pero sobre todo a EEUU y los países de la vieja Europa?
Sin duda la respuesta es que me vendría bien o muy bien; ya que teniendo en cuenta mi densidad demográfica y conociendo las herramientas para luchar contra un “virus conocido”, e incluso haciéndolo con meses de ventaja sobre el resto del mundo; puede suponer una posición de gran ventaja sobre el resto de mis “enemigos” o “competidores”. Si a eso le sumamos que al conocer las consecuencias de la pandemia con antelación, puedo desde investigar en una vacuna/medicamento, hasta fabricar elementos críticos como respiradores, mascaras, EPIs etc…. , además de conseguir el deterioro de otros, puedo conseguir incluso grandes beneficios económicos de la situación y por tanto “mayor poder” frente al resto del mundo.
Aunque lo que acabo de exponer no es más que una hipótesis, el lector tendrá que reconocer conmigo que existen “datos objetivos”, que avalan mi teoría como por ejemplo:
• La existencia de un laboratorio de nivel 4 (que no se sabe muy bien porqué ni para qué sirve) en la ciudad de Wuham.
• Que el número de infectados en China (aunque los números se multipliquen por tres) es mucho menor que en EEUU y Europa.
• Qué para China ha supuesto un buen negocio esto de la pandemia, en cuanto a producción y venta de “material sanitario”.
• Que China siempre ha ido por delante en la “gestión de la crisis” etc…. e incluso puede dar con una vacuna o medicamento antes que otros (cosa que efectivamente, todavía no ha ocurrido objetivamente hablando)
Si a esta situación sumamos los hechos acaecidos desde hace años en relación a la “ciberseguridad” (intromisión en elecciones generales, intromisión en la “declaración de la Republica Catalana”, ataques a la seguridad bancaria, ataques informáticos en el control de las redes eléctricas en Venezuela, Ucrania, Estonia etc…), podemos decir sin temor a equivocarnos que estamos ante una nueva forma de guerra, (confrontación.- “al no haber armas convencionales ni nucleares de por medio”) que probablemente será la última, porque no ha tenido día de comienzo y probablemente no va a tener firma de armisticio final.
Si volvemos al primer párrafo de esta reflexión y rescatamos las siglas de aquella legendaria asignatura NBQ, todavía están por venir los ataque químicos, como la contaminación del agua en grandes ciudades, los gases en recintos cerrados etc…, que ojala no tengamos que vivir, pero sin duda son “nuevas formas de confrontación”, aunque menos “manejables”.
Ante esta situación y desde la perspectiva de nuestra consultora Etical de RRHH nos gustaría proporcionar algunas “pautas” que de alguna forma ayuden a nuestros clientes a minimizar consecuencias no deseadas e impulsar nuevas “formas de hacer”.-
• La “confrontación pandémica” va a suponer un enorme “retroceso” en las economías de Europa y EEUU, que nos va a obligar a “reinventarnos como personas”, elaborar “nuevos productos”, “acudir a nuevos mercados”, “utilizar nuevas metodología”, “utilizar la información y la globalización a nuestro favor” etc…
• Ante esta “situación crítica habitual” de cambio permanente, es recomendable emplear el mínimo tiempo posible en “el duelo” y estar en permanente “generación de alternativas” y en el “ensayo- error”. La peor actitud de futuro, será la de “no hacer nada” o “seguir haciendo lo que antes me funcionaba”, pensando que ahora tiene que funcionar.
• Mantener las redes de contactos y amigos (redes de confianza) vivas y “bien cuidadas”, procurando generar siempre buena reputación de profesional cumplidor y flexible. (preocupado por la satisfacción del cliente). Si no las tenemos hasta el momento, conviene generar “redes de confianza” a partir de ahora y para siempre. Nuestros clientes/proveedores son nuestros aliados.
• Es muy probable que aparezcan nuevas profesiones y que muchas de ellas no se estudien en Institutos, ni Universidades; que irán siempre a remolque. Por lo que la formación será “cosa nuestra”, permanente y diversa. Esto quiere decir que un empresario, puede llegar a ser un jardinero y viceversa. La demanda en puestos de “ciberseguridad” en el futuro inmediato y en la utilización de drones por ejemplo va a ser muy superior a la existente hasta el momento
• Las nuevas generaciones cambiarán entre seis y doce veces de trabajo a lo largo de su vida y más de una de profesión. También cambiarán de lugar de residencia con mucha más facilidad que la generación anterior. Esto no tiene porque ser una mala noticia. De todo se aprende y el viajar siempre enriquece.
• El “trabajo fijo” tiende a desaparecer e imperará el “trabajo por proyecto y por objetivos” y la cooperación real entre empresario y trabajador (“si ganas gano” y “tus idéas son importantes para nuestro negocio”) . Probablemente este concepto de “estabilidad”, será sustituido por el de que la estabilidad va conmigo y para ello deberé practicar entre otras cosas el “pluriproyecto”, para no tener “todos los huevos en la misma cesta” ante una situación de “cambio permanente”.
• El sistema formativo “reglado” necesita dinamizarse y adaptarse con mucha más velocidad a las nuevas situaciones y es muy probable que eso tarde en ocurrir, aunque la experiencia on line durante el confinamiento ha sido muy enriquecedora. En cualquier caso, nosotros debemos adelantarnos y formarnos de acuerdo a los “requerimientos reales del mercado” (estar tan pendientes de las ofertas y evolución del mercado laboral, como de nuestra formación).
Todas estas “reflexiones” y probablemente muchas más, será conveniente tener en cuenta para el “futuro inmediato” ,desde una perspectiva de la nueva idéa de “gestión de personas” y en base a nuestro lema desde hace más de 25 años., pero siempre vigente- “Las personas marcan la diferencia” .
Estoy convencido de que el futuro estará presidido por el cambio y la incertidumbre, pero no tiene porque ser una mala noticia, sólo tenemos que “darle forma” y tener muy presente que “el pez rápido se come al lento”. No esperes; ACTUA. También la suerte será una buena aliada, pero nos tendrá que pillar “laborando”.